Hola a tod@s,
aprovechando el mes de Julio que estamos de Rodriguez sin niños, fuimos a conocer el restaurante Conlaya en la calle Zurbano 13. Lo reservamos a través de eltenedor.com, que tiene un servicio de reservas muy bueno, pero ya hablaremos un día de esto.

El restaurante es un restaurante cántabro, con un reservado en la parte de arriba y una barra al entrar donde se pueden tomar pinchos. El pescado lo traen directamente desde la lonja de Santander, lo que nos da una idea de la calidad del producto.

El comedor pequeño y acogedor. Y un servicio impecable. Os pongo la cuenta para que os hagáis una idea:

Aperitivo

Crujiente de morcilla con crema de piquillo.

Menú

Lomos de sardina marinados con pimientos

Pimientos asados con ventresca y anchoas

Chipirones con cebolla caramelizada

Cachón con su guarnición

Torrija de pasiego con su helado

Como curiosidad, deciros que esa noche había una pareja de esas que hay en todos los restaurantes que cuando cenan no se hablan, sabéis las que os digo ¿no?. Bueno, pues de repente y sin venir mucho a cuento, porque ya os digo que el trato fue excelente, el señor se pone como un loco a decir: “llévese esto porque llevamos esperando mucho y se me han quitado las ganas de comer, para chulo yo” y empieza a montar un gran pollo. Para resumir, viene el encargado y les invita a cenar. A lo que el indignadísimo cliente acepta y se queda. Después de montar un pollo así, cagarse en la madre del camarero y llamar al encargado, ¿no es muy raro que se quede?. A mi particularmente si me han maltratado en un sitio y con todas las mesas pendientes de mi, me iría. Hay gente muy profesional. Yo no digo que no te quejes. Quéjate, pero sin perder las formas, y luego márchate. No montes la monumental y como te invitan te quedas.

Esos es todo, saludos a tod@s y espero que estéis disfrutando de las vacaciones.