Hola a tod@s,
hoy una receta típica de Semana Santa. El origen de esta receta data del siglo XV. Y he leido cosas tan dispares como:

• Que es un postre que se parece a la carne asada, que escasea por estas fechas de SS ¡¿?!.
• Según Esteban Fernández, de la Asociación Empresarial de Pastelería Artesanal de la Comunidad de Madrid:
  
  «Las torrijas, al igual que la Semana Santa, representan la vida y muerte de Jesús. Según el rito católico, el pan es el cuerpo de Cristo, que muere en este tiempo, del mismo modo que la base de las torrijas es pan muerto. La leche, los huevos y la fritura -nos detalla- se entienden como los baños necesarios para que el cuerpo resucite y dicha fritura refleja el sufrimiento del Señor. Se produce la resurrección del pan muerto y de ahí la consideración de postre divino».

Lo que si esta claro, que es para aprovechar el pan duro, y que están divinas :-). Existen distintas maneras de hacerlas. Yo aquí os traigo la manera que mas me gusta que es con leche. Las hay hechas con agua y miel, con vino, etc.. Y por supuesto como todas las recetas tradicionales, en casa casa se harán de una manera diferente. Estoy abierto a todo tipo de sugerencias 🙂

Las medida son un poco a ojo y dependen de la cantidad de pan que tengáis. Por ejemplo, podéis empezar mezclando 2 cucharadas de azúcar y 2 de canela en polvo, en vez de cuatro, y si necesitáis mas mezcláis luego.

Si al final os sobra leche, podéis ponerla en la fuente mientras reposan las torrijas, acabaran chupándola :-).

Os dejo las fotos de las sesión torrijera de ayer con Carmen.

Espero que las disfrutéis, yo lo hice en la cena de ayer 🙂

Por cierto, muchas gracias a Silvia y Laura por sus recetas y sus sabios consejos sobre las torrijas.